EL ESTRÉS
En este
espacio queremos iniciar una serie de apartados dedicados a uno de los temas
más actuales y relevante en la sociedad actual como es el estrés. Lo haremos en
varias entradas en las que iremos aclarando que es el estrés, tipos de estrés, cuando es
saludable y cuando perjudicial, cuales son las causas más frecuentes de estrés,
como nos afecta tanto a nivel físico como psicológico y sobre todo que podemos
hacer para no padecerlo o liberarnos del mismo, por lo que daremos algunos
consejos y orientaciones que puedan servir de ayuda para combatirlo.
¿QUE ES EL ESTRÉS?
El estrés,
desde una perspectiva psicológica, sería la respuesta del sistema nervioso a un
acontecimiento o una situación que se percibe como una amenaza. Esta
respuesta se conoce informalmente como mecanismo de lucha o huida, ya que las
hormonas que el organismo secreta al sentir miedo (como la adrenalina)
proporcionan al cuerpo la potencia física para enfrentarse al peligro o bien
huir.
El ser humano en
las sociedades primitivas vivía en un entorno expuesto a constantes peligros de
manera que la agresión de animales salvajes era una de las causas más
frecuentes de muerte. La reacción fisiológica de estrés preparaba a las
personas para hacer frente a los desafíos más extremos. El estrés que
experimentaban los capacitaban para permanecer de pie y enfrentarse al animal
salvaje o poder huir corriendo lo más aprisa posible.
El estrés, por tanto, en un primer momento,
es una respuesta adaptativa del organismo ante una situación de peligro. El
más básico de los instintos humanos es el de supervivencia y los seres humanos
tenemos, al igual que otros animales, reacciones automáticas necesarias para la
adaptación y la supervivencia. Estas reacciones son autónomas y se producen sin
la intervención consciente del individuo.
Aunque el mundo
ha cambiado, la reacción de «lucha o huida» continúa siendo esencial en la
actualidad, incluso en las sociedades industrializadas, donde los animales
salvajes ciertamente escasean. Imaginamos una situación en la que un camión se
precipita sin control hacia nosotros o un tiroteo en mitad de la calle. En
ambos casos es fundamental reaccionar con rapidez para tratar de salvar nuestra
vida.
No obstante, la mayoría de factores estresantes modernos
son de «naturaleza simbólica» y no implican peligro para la integridad física
del individuo, de manera que no nos obligan a luchar o huir. Ejemplos de
amenazas simbólicas son el examen de acceso a la universidad o una entrevista
de trabajo. La presión psicológica que el individuo siente hace que el cuerpo
reaccione liberando hormonas relacionadas con el estrés, aunque la respuesta
adaptativa no sería luchar o huir, sino por el contrario permanecer sereno y
pensar con calma.
El estrés
puede estar provocado tanto por situaciones gratas como por sucesos
desagradables, y puede manifestarse en todo tipo de personas y a todas las
edades. El estrés surge si la persona
percibe que las presiones que sufre superan o desbordan su capacidad.
Publicado
por Antonio Luis Guerrero Gutiérrez
Psicólogo
Especialista en Psicología Clínica