martes, 29 de mayo de 2018

LA RESILIENCIA



 LA RESILIENCIA O LA CAPACIDAD DE HACER FRENTE A SITUACIONES ADVERSAS Y SALIR FORTALECIDOS.

            En la última década ha cobrado gran importancia en el área de la psicología, el estudio de los aspectos relacionados con el bienestar psicológico de los individuos. Desde la perspectiva de la psicología positiva, los conceptos como resiliencia, recursos psicológicos o fortalezas personales han demostrado tener una influencia directa en la vida de las personas y en su sentimiento de satisfacción y de felicidad.
            Estos elementos que contribuyen a mejorar la calidad de vida cobran mayor importancia cuando las personas están sometidas a alto estrés o adversidades, cuando de alguna manera el bienestar  se ve amenazado. Aunque las amenazas pueden ser físicas, la mayor parte del tiempo serán amenazas hacia el equilibrio emocional, por ejemplo, vivir excesivo estrés en el trabajo, tener dificultades económicas, pérdidas materiales, de trabajo o de seres queridos. Todo ello vulnera de manera importante la salud psicológica y emocional de los individuos y, en algunos casos, pueden desarrollar sintomatología o trastornos emocionales como ansiedad o depresión.
            Sin embargo, muchas otras personas logran afrontar las circunstancias de tal forma que recuperan el equilibrio emocional e incluso, pueden tener algún beneficio de la experiencia que están o han vivido. Estas últimas personas son las que despliegan una conducta “resiliente”. Por tanto podríamos definir resiliencia como la capacidad de hacer frente a situaciones adversas y salir fortalecidos.   


PERFIL DE LA PERSONA RESILIENTE.

            La resiliencia no es una característica innata sino que puede aprenderse . Según   Wolin y Wolin una persona resiliente tiene las siguientes características:

ü   Autoestima consistente. Es un concepto positivo de si mismo y la base de los demás pilares, fruto del cuidado afectivo  del niño o adolescente por un adulto significativo, “suficientemente” bueno y capaz de dar una respuesta sensible.
ü  Introspección. Es la capacidad de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta.
ü  Independencia.  Es  saber fijar límites entre uno mismo y el medio con problemas; la capacidad de mantener distancia emocional y física sin caer en el aislamiento.
ü  Capacidad de relacionarse. Es decir, la habilidad para establecer lazos e intimidad con otras personas. Una autoestima baja o exageradamente alta producen aislamiento: si es baja por autoexclusión  y si es demasiado alta puede generar rechazo por la soberbia que supone.
ü  Iniciativa. El gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes.
ü   Humor. Encontrar lo cómico en la propia tragedia. Permite ahorrarse sentimientos negativos aunque sea transitoriamente y soportar situaciones adversas.
ü   Creatividad. Sería la capacidad de crear orden y belleza. Fruto de la reflexión, se desarrolla a partir del juego en la infancia.
ü   Moralidad. Entendida como la capacidad de  comprometerse con valores personales y comprometerse con los demás unido a la capacidad de darle sentido a la propia vida.


 ¿COMO DESARROLLAR LA RESILIENCIA?.

La  A.P.A. (ASOCIACION AMERICANA DE PSICOLOGIA) establece 10 recomendaciones para que podamos potenciar la resiliencia:

     1. Establezca buenas relaciones con la familia, amigos y vecinos.


     2. Evite ver las crisis como problemas que no pueden superarse. Mire más allá del presente.


     3. Acepte que el cambio es parte de la vida. Acepte las circustancias que no pueden cambiar y ponga el enfoque en las que sí son posibles.


     4. Camine hacia sus metas y plantéese”Qué cosas puede lograr hoy que lo ayuden a  moverse en la dirección que desea ir”.


     5. Lleve a cabo acciones decisivas. No ignore los problemas.


     6. Busque oportunidades para descubrir su persona. Aprenda de la experiencia.


      7. Cultive una visión positiva de sí mismo . Confíe en sus habilidades.


     8. Mantenga las cosas en perspectiva. No agrande los problemas. Mírelo dentro de un   contexto más amplio.


     9. Nunca pierda la esperanza. Tenga una visión optimista. Visualice lo que quiere y no se   preocupe por lo que teme.


   10. Cuide su persona. Preste atención a sus sentimientos y necesidades.



            Sería deseable, como nos indican los diferentes autores , promover  nuestras fortalezas psicológicas y la de nuestros hijos/as para poder hacer frente a las situaciones adversas y a los cambios consustanciales de la vida y caminar hacia una sociedad resiliente, comprometida y en definitiva más humana.

Publicado por Pilar García Bolaños
                                                    (Psicóloga Especialista en Psicología Clínica).


CONDUCTA ASERTIVA





CONDUCTA ASERTIVA 

        La conducta asertiva se basa en el respeto hacia uno mismo y el otro, en la consideración de los deseos y derechos propios y ajenos. Entendemos por asertividad la decidida voluntad de una persona de hacer valer sus derechos, de expresar sus opiniones, sentimientos, sus deseos cuando le parezca oportuno y hacerlo de un modo claro, sincero, directo, apropiado y respetuoso, sin violar los derechos de su interlocutor. La persona asertiva transmite, de manera verbal o no verbal, mensajes como: “Esto es lo que siento”, “esto es lo que opino”, “esto es lo que deseo”, sin humillar, dominar o degradar al otro.

       De manera resumida podemos definir la asertividad como “la capacidad para expresar adecuadamente lo que pensamos y sentimos y la capacidad para decir no”.



DERECHOS ASERTIVOS


Todos tenemos el derecho a:

  1. Comportarnos asertivamente y expresar respetuosamente nuestros pensamientos, sentimientos y opiniones.
  2. Ser respetados por los demás, quienesquiera que sean y por muy encumbrados que estén.
  3. Tener necesidades y deseos y que éstos sean considerados tan importantes como los de los demás. 
  4. Pedir (no a exigir) que los demás satisfagan nuestras necesidades, y a decidir si nosotros queremos o no satisfacer las suyas.
  5. Tener sentimientos de todo tipo (cansancio, alegría, abatimiento, sensualidad, ira, soledad, etc.) y a expresarlos de manera que no violen la dignidad y derechos de los demás.
  6. Decidir si queremos satisfacer las expectativas de los demás o si preferimos actuar de la manera que más nos convenga a nosotros, con tal de no violar los derechos de los demás.
  7. Formarnos nuestras propias opiniones y expresarlas libremente si nos parece oportuno.
             
          Podríamos añadir otros derechos, como el derecho a que te den aquello por lo que has pagado, el derecho a cometer errores, el derecho a que tus parientes no te resulten simpáticos, el derecho a no reír los chistes de los demás, el derecho a decidir la frecuencia de tus visitas a familiares y amigos, etc, etc…

         Estos derechos son comunes a todos los seres humanos, sin distinción de raza, religión, color, sexo, lengua, etnia y que por tanto, conllevan la obligación mutua de respetarlos.



BENEFICIOS DE LA CONDUCTA ASERTIVA


*  La asertividad enriquece nuestro crecimiento personal e interpersonal.

*  Nos ganamos el respeto propio y el de los demás cuando defendemos responsable y respetuosamente nuestros derechos y nos damos a conocer libre y adecuadamente a los demás. Intentar comportarse de manera que nunca se ofenda a los demás conduce generalmente a dañarnos a nosotros mismos y a los demás.

*  Si sacrificamos nuestra dignidad personal y reprimimos la expresión sincera y apropiada de nuestros sentimientos, nuestras relaciones interpersonales sufren o no prosperan tanto como podrían hacerlo. Por otro lado, cuando intentamos controlar al otro a base de hostilidad, intimidación o culpabilidad, nuestras relaciones interpersonales enferman y con frecuencia, mueren.

*  Las relaciones interpersonales son más auténticas y satisfactorias cuando compartimos con el otro nuestras reacciones a sus conductas y no le impedimos que comparta las suyas con nosotros.

*  No hacer saber a la otra persona lo que pensamos y sentimos en nuestra relación es tan egoísta y destructivo como no prestar atención a sus pensamientos y sentimientos.

*  Cuando sacrificamos nuestros derechos enseñamos a los demás a que se aprovechen de nosotros.

* Cuando nos comportamos asertivamente, manifestando a los demás cómo nos afectan sus conductas, les damos una oportunidad para modificarlas y mostramos respeto a su derecho a saber a qué atenerse con respecto a nosotros.






Publicado por: Antonio Luis Guerrero Gutiérrez

                           Psicólogo Especialista en Psicología Clinica